"Nadie se acuerda..."

"Nadie se acuerda / de las actrices porno cuarentonas". El genial cantautor José Córdoba, alias "El Chivi", utilizaba esta estrofa en su tema "Ya no te acuerdas de mí". Yo la tomo prestada como aforismo para introducir un asunto que siempre me ha dado que pensar: ¿Hay vida más allá del porno para esas estrellas que empiezan a ver cómo se apaga su belleza y sus carnes empiezan a volverse flaccidas?

Renovarse o morir, debieron pensar algunas de ellas: en estos tiempos en los que las películas "de maduritas" (ahora conocidas, por obra y gracia de "American Pie" como "MILFs" o "MQMF") las protagonizan actrices como Shyla Stylez o Dora Venter (de 25 y 32 años, respectivamente, y que yo sepa, sin hijos. Unas auténticas MQMFs, vaya...), antiguas estrellas venidas a menos y recordadas por su "divismo" han ido recortando sus exigencias conforme la edad y las apreturas económicas empezaban a dejarse notar. Así, tenemos a Julia Ann (39 años) haciendo un anal interracial en la película "Black Owned 3" o a Janine (40) follando con tíos en sus últimas pelis, tras dos embarazos y con sus pellejos colgando ya sin remedio alguno.

No obstante, hay otras que optan por un retiro "digno" y deciden que están capacitadas para hacer cine comercial. Y por cine comercial entienden cualquier cosa que no sea porno. Y por cualquier cosa que no sea porno, entienden ponerse en manos de un terrorista cinematográfico cuya máxima aspiración es rodar una peli de "terror" lo más cutre posible y, a ser posible, con una ex-estrella del cine XXX; que, como es evidente, no va a poner mucho reparo a la hora de enseñar las tetas delante de la cámara. Al fin y al cabo, qué es un desnudo "artístico" cuando llevas quince años tragando lefa delante de un equipo de 50 personas...

Siempre que empiezo a hablar de este tema, se me hace imposible no comentar el único intento decente que, hasta la fecha y en mi modesta opinión, ha dado el cine: la genial y ya mítica película de Trey Parker y Matt Stone, "Orgazmo". Así que voy a hacer uno de mis incisos...


Rodada en 1997 y protagonizada por los propios Parker y Stone, "Orgazmo" era una divertida parodia del mundillo del cine porno y contaba con intérpretes legendarios del género, como Ron Jeremy, Chasey Lain, July Ashton, Shayla LaVeaux, Jill Kelly, Jeanna Fine, Max Hardcore y un largo etcétera. El film hacía referencia directa a la problemática que trato en este artículo (que, por cierto, no es más que el prólogo para el artículo en sí, pero ya sabéis que me encanta irme por las ramas...): ¿Qué hace una actriz porno entrada en años y que no tiene otro modo de ganarse la vida? Lejos de las digresiones de films como "Boogie Nights" acerca de las drogas y la depresión, Parker presenta a una actriz decididamente viejuna que sólo sigue trabajando porque es la única dispuesta a hacer el "Doble-doble": En una de las escenas más divertidas y recordadas de la película, el personaje de Stone (Orgazmo) se desmaya al contemplar la proeza sexual de la doble penetración anal y la doble vaginal simultáneas. La fama alcanzada por esta escena en concreto es tal que muchos fans se lanzaron como locos a buscar posibles escenas reales con esta postura. Ni que decir tiene que no las hay, el "Doble-doble" (o DADV con sus siglas en inglés) es físicamente imposible, mera leyenda urbana que, no obstante, sigue estando en las mentes de todo viciosillo que se precie.

Curiosamente, "Orgazmo" no muestra ni siquiera un desnudo parcial en ningún momento de su metraje, lo que prueba que una película plagada de pornostars (algunas lo eran en ese momento, como Chasey o Jill) no tiene por qué recurrir al desnudo gratuito.

No obstante, "Orgazmo" es la excepción. Recientemente hemos podido ver a Jenna Jameson compartiendo cartel con Robert Englund en el bodriete "Zombie Strippers" (más sobre esto en el excelente artículo de Daijiro), y no hace mucho me llevé la sorpresa de ver a Tabitha Stevens en la espantosa "La Maldición de El Charro", con el último Leatherface, Andrew Bryniarsky, en el papel principal. No he visto "Zombie Strippers", pero en "La Maldición de El Charro", Tabitha se marca una escenita lésbica en la ducha poco antes de ser pasada por la piedra en el sentido más sanguinolento de la expresión.

Seguro que hay muchos más ejemplos de pelis de terror cutre con ex-estrellas del porno venidas a menos que, por suerte para mi salud mental, no he visto. Pero el argumento que quería exponer está meridianamente claro, o eso espero. Para terminar de sentar cátedra en este punto, me voy a explayar con una crítica de la última película que he visto del subgénero "terror cutre con estrella(s) porno venida(s) a menos".
Pero... eso será después de la publicidad...